Washington, 25 dic (PL) Un niño guatemalteco de ocho años murió hoy bajo custodia de las autoridades estadounidenses, el segundo caso registrado este mes tras ocurrir algo similar con una menor de siete años de igual nacionalidad.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) informó este martes que el pequeño falleció poco después de la medianoche en un hospital de Alamogordo, Nuevo México, a donde él y su padre fueron trasladados ayer luego de que un agente de la Patrulla Fronteriza vio lo que parecían ser signos de enfermedad.
Al principio se pensaba que el niño, cuyo nombre no fue mencionado por la agencia, tenía un resfriado común, y fue llevado a la institución médica donde el personal descubrió que también tenía fiebre.
Fue retenido allí por 90 minutos adicionales para observación y luego fue dado de alta el lunes por la tarde con recetas de amoxicilina, un antibiótico comúnmente recetado, e ibuprofeno, que a menudo se usa para aliviar el dolor y reducir la fiebre, reportaron medios locales.
Sin embargo, anoche sintió náuseas y vómitos, lo que condujo a las autoridades fronterizas a llevarlo de regreso al Centro Médico Regional Gerald Champion, donde murió, según la agencia.
De acuerdo con la CBP, la causa de la muerte no se conoce, pero se realizará una revisión interna, y agregó que notificó de lo sucedido al Gobierno de Guatemala.
A principios de este mes, Jakelin Caal Maquin, también de esa nación centroamericana, falleció luego de ser detenida en los límites con México.
La Patrulla Fronteriza dijo que la niña, cuyo cuerpo llegó el domingo a Guatemala, había muerto por deshidratación, pero su padre, Nery Gilberto Caal Cruz, cuestionó esa afirmación y dijo que «se aseguró de que ella estuviera alimentada y que tuviera suficiente agua».
El hecho provocó muchas condenas en las redes sociales y congresistas estadounidenses señalaron la existencia de fallos sistemáticos muy perturbadores relacionados con ese fatal suceso.
«Con el corazón roto y enfermo por esta noticia. Exijo urgentemente más detalles, pero la administración de (Donald) Trump debe responsabilizarse por la muerte de este niño y todas las vidas que han puesto en peligro con su caos intencional y su desprecio por la vida humana», escribió hoy en Twitter el demócrata Martin Heinrich, senador por Nuevo México.
Debemos exigir responsabilidad, encontrar respuestas y poner fin a las políticas odiosas y peligrosas contra los inmigrantes de esta administración, apuntó en esa misma plataforma la representante de la formación azul Nydia Velázquez (Nueva York).
Trágica noticia este día de Navidad. ¿Otra muerte de un niño en custodia de la CBP? Esto es inaceptable. No está bien que los niños se estén muriendo, que estén separados de sus padres y que no reciban los exámenes médicos ni el tratamiento adecuado. El Congreso debe actuar, expresó su colega Nanette D. Barragán (California).